Por Gabriel Torres
Las elecciones regionales en Colombia,
celebradas el 29 de octubre de 2023, indican que se dio un cambio importante.
Se observa el debilitamiento de la izquierda y del liderazgo del presidente
Gustavo Petro. En estas elecciones, se eligieron diversos cargos públicos: 32
gobernadores, 1,102 alcaldes, 418 diputados de las Asambleas Departamentales,
12,072 concejales y 6,513 ediles de las Juntas Administrativas Locales. Más de
39 millones de colombianos estuvieron habilitados para votar, y la
participación indica que fue superior al 55%, lo que expresa que más de 21
millones de personas ejercieron su derecho al voto.
En la prensa internacional destaca el
nombre del virtual alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, que fue elegido
como el nuevo alcalde de Bogotá, superando las expectativas de las encuestas que
señalaron que su intención de voto superaba el 40%. Como lo destaca CNN, “lleva
encima el legado político de su papá, el líder liberal Luis Carlos Galán Sarmiento, fundador del
Nuevo Liberalismo y candidato presidencial asesinado por orden del
narcotraficante Pablo Escobar en 1989. Galán Sarmiento, quien era uno de los
favoritos para ganar la presidencia en esa época, llevaba la bandera política
la persecución a los narcos, en épocas donde la violencia del Cartel de
Medellín de Escobar desangraba el país”.
Los resultados de las elecciones
mostraron un claro retroceso para las corrientes políticas alternativas y de
izquierda, que habían adelantado ventaja electoral en las últimas elecciones.
Estas votaciones también evidencian una recuperación de los políticos
tradicionales a nivel regional, lo que acusa una organización eficiente de los
clanes tradicionales más representativos en los diferentes enclaves locales,
para contrarrestar el auge de la izquierda a nivel nacional.
Las elecciones locales en Colombia, se
perciben como ‘un precursor’ de cómo podrían desarrollarse las futuras
elecciones nacionales. Estos resultados influirán en la formación de alianzas y
estrategias políticas cara a la preparación para las próximas elecciones
nacionales, especialmente si los grupos tradicionales buscan fortalecer su
posición contra la izquierda. Lo de ayer fue, también, una medición de la
satisfacción pública con el gobierno de Petro.
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